Nueva ruralidad y otras bobadas
“En la época victoriana, no se podían mencionar los pantalones en presencia de una señorita. Hoy por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la opinión pública.”
Eduardo Galeano
Patas arriba. El mundo al revés
En el mes de junio del 2021 publiqué en EL DIARIO RURAL el artículo titulado “El consenso de Soria”, texto que terminaba con una postdata en la que declaraba mi propósito “de no volver a escribir en los próximos meses sobre este tema del despoblamiento, porque he llegado a la conclusión de que me repito y de que critico más que aporto”. Me lo planteé como una terapia.
La lectura de una entrevista a Joaquín Alcalde, director de El Hueco, en El Confidencial me hace romper el compromiso (conmigo mismo).
Destaco algunas frases de ella y argumento mi opinión, que seguramente será para muchos dura, e incluso considerarán de mal gusto presentarles bajo el epígrafe de “bobadas numeradas” el espigueo que entresaco de la entrevista.
Al considerarlas como tales, las desnudo de cualquier presunción de maldad y con ello relajo “este relato” y lo hago “más positivo y sugerente”.
Comprender y ser amable es algo que pretendo cultivar cada día, lo que frecuentemente me convierte en ingenuo. Como dice Santiago Alba Rico, los ingenuos, generalmente mujeres, sostienen el mundo entre sus manos, a veces cansados y de mal humor, sin hacerse muchas ilusiones sobre los hombres que lo están destruyendo alegremente, los optimistas.
Entienda lo que sigue desde una ingenuidad de persona cansada de tanta palabra huera y de tantas milongas sobre el campo, los campesinos, los pueblos y sus habitantes que están desapareciendo social, cultural y físicamente a un ritmo directamente proporcional a la cantidad de dinero que a ellos llega.
Ya ve que la terapia ha sido inútil, pero es que el entorno no me ayuda nada.
Primera bobada: “Quería trasladar la experiencia de proyectos en otros países a mi tierra y centrarme en la despoblación rural, que era algo que entonces nos preocupaba mucho (…) Y no olvidemos que en aquellos años (2010) nadie hablaba de despoblación rural salvo en Soria, Teruel, Cuenca y algún sitio más”.
Opinión: me parece de gran ignorancia y pretenciosidad decir que hasta hace poco más de diez años nadie decía nada sobre despoblamiento rural, además de un desprecio hacia todas aquellas personas y colectivos que llevan más de medio siglo denunciándolo y trabajando para evitarlo. Buena parte de mis amistades juveniles se amasaron en largas reuniones en los pueblos con personas de sindicatos agrarios, de redes rurales, ecologistas, movimiento rural cristiano, Cáritas… Duele pensar que ahora todos ellos sean “nadie”.
Segunda bobada: “Desde que creamos El Hueco, creo que una de las cosas a las que hemos contribuido es a poner en el debate nacional el problema de la despoblación…”
Opinión: por supuesto, ni más ni menos que los cientos de colectivos que sin ánimo de lucro llevan años trabajando en el medio rural. Otra cosa es el encaje del problema en el debate nacional y sus resultados. Al trillar se verá el grano.
Tercera bobada: “Nunca he sido muy amigo de este tipo de literatura (se refiere a autores como Julio llamazares y Avelino Hernández), porque me parece que trasmite justo lo contrario a lo que intentamos trasmitir nosotros, que es el optimismo y la esperanza en vez de regodearte en la miseria y en las carencias”.
Opinión: me extenderé algo más, porque me parece dura esta afirmación y recuerdo algo que escribí hace algunos años a raíz del auge de la nueva narrativa rural y el debate sobre la despoblación.
Se sabe que el abanico de personas que han narrado maravillosamente bien la vida de los campesinos y en los pueblos desde hace más de dos siglos, en este país, es muy amplio, aunque algunos lo ignoren o no les agrade cómo lo han contado.
En los versos de Rosalía de Castro en Follas novas, se encuentra la preocupación por la emigración, además de otras muchas cosas, como lo está la preocupación por la naturaleza y el feminismo en Emilia Pardo Bazán o el saber campesino en los pageses que pueblan la literatura de Josep Pla y de los huertanos de Blasco Ibáñez y de los aldeanos en Baroja y de Don Benito Pérez Galdós, ¡qué les voy a decir!
Ninguna moda puede ignorar esto que no es otra cosa que el reflejo en la literatura de lo que acontecía en este país entre la segunda mitad del siglo XIX y la segunda mitad del XX: las dos primeras revoluciones industriales que aquí llegaron con retraso.
De la misma manera que años más tarde grandes escritores como Delibes, Carmen Martín Gaite, Ana Mª Matute, Juan Goytisolo, Félix Grande, Julio Llamazares, José Antonio Muñoz Rojas, Avelino Hernández… nos contarán maravillosamente bien el impacto sobre el territorio, la sociedad y las personas, de aquellas dos primeras revoluciones industriales cuando se estaba cociendo ya la tercera, la de la telemática en un mundo mundial (globalizado que se dice ahora).
Xuan Bello desde Asturias, Suso de Toro y Manuel Rivas desde Galicia, Abel Hernández y Fermín Herrero desde Castilla, entre otros, me ayudaron a entender mejor los daños directos y colaterales del modelo industrial de modernización de los últimos dos siglos sobre eso que ahora se debate (estérilmente en mi opinión) si es una España vacía o una España vaciada.
A mi me encanta esta literatura, con ella me he formado y no me regodeo ni en las carencias ni en las miserias del mundo rural, las denuncio, las combato, reivindico… y no me gusta el optimismo fatuo y la esperanza huera. Mi esperanza es como decía John Berger la luz de una vela apagada o como pienso en mi huerta en primavera, la manzana en la flor del manzano. Aprovecho para recomendarle leer “Puerca tierra”
Cuarta bobada: “…darle la vuelta a la tortilla y generar un relato positivo y sugerente sobre lo rural. Hace tres años hicimos un encuentro con periodistas al que invitamos a la reina Letizia y creo que, desde entonces, o al menos lo percibo así, se escribe de otra forma”.
Comentario: Me parece bien lo de generar un “relato positivo y sugerente” y si además lo avala la reina ¡ni le cuento! El problema que le veo es que el relato sea un cuento que adorne lo dura que es la vida rural en determinados momentos y en determinados sitios. El mismo cuento de siempre donde las princesas siguen viviendo en el ager, en lo cultivado/civilizado y los leñadores en el saltus, lo salvaje/no civilizado. Eso sí, escrito de otra forma. En digital, seguramente.
En un pueblo no se puede fingir, todos saben de dónde vienes y quien eres, incluso llegan a intuir hacia dónde vas. En una sociedad tan celosa de las intimidades y obsesionada por “la protección de datos” a lo mejor no es agradable para algunos el cotilleo que mantiene viva la sociedad rural.
En los nueves meses que he estado sin escribir nada sobre este tema a mi alrededor ha ocurrido esto: han aprobado la instalación de un parque de molinos gigantes en el valle donde está mi pueblo; han sacado a información pública un nuevo trazado ferroviario que nos deja sin estación y atraviesa todo la jurisdicción cargándose viñedos y olivares en aras de la velocidad; se han jubilado dos médicos de nuestra zona de salud y “no encuentran” sustitutos y, para colmo, mis amigos de Trevijano tienen que bajar al valle a comprar el pan porque al panadero no le sale a cuenta subir un par de días a la semana con la fragoneta.
El relato debería también incluir estas cosas menos sugerentes pero ciertas. ¿O no?
Quinta bobada: “Ese viejo relato de ´Bienvenido Mister Marshall´ y Paco Martínez Soria creo que está superado”.
Comentario: ¡Y yo sin enterarme y sigo poniendo a los alumnos escenas de esta película y de “La ciudad no es para mí”, entre otras, para documentar la autarquía, la desagrarización y el éxodo rural durante el franquismo!
No sabe Usted lo que se pierde si no es capaz de disfrutar y entender la acidez y la ironía que hay en escenas como la de las marquesas y el apuro de la nuera de Agustín (Paco Martínez Soria) “la Luciana”, devenida en Luchy, por puro complejo idiota.
Sexta bobada: “Pero creo que la nueva ruralidad del siglo XXI no es solo la agricultura y la ganadería. En estos últimos 30 años hemos vivido de maravilla en este país, nunca jamás ha habido tanto dinero en el campo y para el campo. La PAC, fondos Feder, etc. el nivel de renta en el mundo rural ha subido mucho y se han creado un sector agroalimentario potentísimo, y sin embargo la población disminuye. Si queremos que viva gente en esas zonas, no podemos fiarlo todo a esos sectores”.
Comentario: Estoy de acuerdo en que desde hace más de medio siglo, no de ahora, los pueblos (quiero pensar que a eso se refieren con lo de “nueva ruralidad”) son mucho más que agricultura y ganadería (lo conté aquí en “Miradas”). También lo estoy en que nunca antes había habido tanto dinero público para el campo, ¡Bendita PAC! Ahora bien, ¿para que ha servido? ¿se ha creado empleo? ¿se ha mantenido la población rural? ¿se han reducido las desigualdades? ¿o ha servido mayormente para engordar cuentas corrientes ya magras?
¿Por qué los constructores de relatos positivos rara vez critican el sistema de ayudas de la PAC? Porque es muy cómodo no molestar ¿Por qué no plantean alternativas? Porque no tienen ni idea.
Si se quiere que el dinero público ayude a frenar el despoblamiento por qué no vincular las ayudas a la renta y a vivir y trabajar en los pueblos
Séptima bobada: “Hay otro sector fundamental, que es el cultural. Los artistas nos pueden ayudar a imaginar cómo queremos que sea esa nueva ruralidad. Y con el teletrabajo, aunque se haya recuperado cierta normalidad tras lo más duro de la pandemia, muchas profesiones liberales también están volviendo a los pueblos”.
Opinión: Por aquí lo que veo es que los artistas, salvo excepciones, recrean los pueblos desde las ciudades y no veo que los profesionales liberales estén viniendo a vivir al pueblo. En Galicia o en Soria no sé lo que estará pasando.
El INE debería incluir alguna pregunta en sus trabajos de campo para ver que hay de certeza en estas afirmaciones o si son pura fantasía. Si realmente esta ocurriendo ¡adelante con los faroles! y a mejorar lo mejorable para que siga (aquí seguro que tiene mucho que decir esa dirección general de la Secretaría de Estado para la Agenda 2030, denominada Dirección General de Políticas Palanca).
Pero si esto es solo una fantasía, dejen de contarnos milongas y vendernos burras y pónganse a plantar tomates o alcachofas.
Leo también en la entrevista que los poderes públicos deberían animar un gran pacto de Estado sobre esta cuestión, que el Gobierno lo esta haciendo muy bien con las 130 medidas aprobadas, que las nuevas tecnologías y los artistas tienen mucho que aportar para sostener los pueblos y que los que vivimos en ellos deberíamos tener alguna ventaja fiscal, sobre todo si en el pueblo hace mucho frío.
Tengo que agradecer que la lectura de la entrevista y los desvíos hacia los que me ha llevado, me ha permitido apuntar algunas palabras en el cuaderno en el que apunto las bobadas bajo el epígrafe de “conceptos viejos/palabras nuevas”:
Viejos conceptos | Palabras nuevas |
Conocimiento | Capital humano |
Contaminación | Emisiones |
Cooperar | Enfoque multidisclipinar |
Desarrollo | Relato |
Desigualdad | Brecha, divergencia… |
El campo | El rural |
El reo | Pastoreo comunal |
Hacer algo de provecho | Poner en valor |
Llevar la falda de tu hermana mayor recosida | Economía circular |
Mierda | Residuo sólido |
Modelizando/ejemplarizando | Prototipando (leído en un cartel del instituto de la juventud de la Rioja G30) |
Ni fu ni fa | Trasversalidad |
Política | Gobernanza |
Pueblos | Nueva ruralidad |
Revolución | Empoderamiento |
Sacarse las castañas del fuego | Innovación social |
Salón Parroquial/bajos del ayuntamiento | Coworking |
Sentido común | Sostenibilidad |
Veraneantes (en los pueblos) | Población flotante |
Vereda | Estrategia colaborativa, Networking |
Otro día les paso la lista entera, que es larga.
Voy a subir un punto la calefacción que para este fin de semana dan nieve. Y eso que vivo en la ribera.
Emilio Barco
En Alcanadre a 30 de marzo de 2022, San Zósimo,
recordado por su empeño en enseñar al pueblo y
por su generosidad hacia los pobres (incluidos los de espíritu)
Foto: Un campo de trigo recién cosechado en el Valle de Tena (Huesca). Autor: Diego Juste
Buenos días:
Hace unos días que no me paso por aquí y muchos más desde que noto la ausencia de don Emilio Barco. Para mi sorpresa, hoy me he encontrado con esta aportación.
Se podría decir que un fogonazo de luz ante la agobiante presencia de las tinieblas provenientes del (vamos a decirlo de modo que, incluso los que se tienen por modernos, lo entiendan) Lado Oscuro. Porque bastante tenebrosa (aunque sea la simple, tradicional, contumaz, ignorancia) es esa mezcolanza que emana desde tanto grupo, chiringuito, incluso alguno al que tienen por pensador, que hablan de despoblación como si estuvieran mirando su reflejo y no pudieran ver más. Que, a lo mejor, es eso.
Sólo desde una ignorancia soberbia, por el tamaño y el carácter, se pueden proferir afirmaciones como las que entresaca el autor de la entrevista mencionada.
El entrevistado no reconoce, tal vez porque no lo ve, que todo este ruido mediático, del cual él y otros viven, es producto de cierta literatura y moda periodística. Es muy libre de renegar de la situación, pero que no quiera quitar importancia a esa circunstancia y trate de vender alturas de pensamiento porque no las hay. Por lo menos en donde él las busca.
Por otro lado, ignora la cantidad de trabajo que se ha acumulado sobre este tema en los últimos ¿años, décadas, siglos? La diferencia, esa sí grande, es que tantas de esas aportaciones no han tenido el eco, el jaleo, que algunas de las que vemos ahora. A tantos otros autores no les “pusieron piso” como les ha pasado a algunos en estos momentos. También es diferente la situación actual en el mágico consenso producido entre todas las fuerzas del espectro (maravillosa polisemia) político.
Hay una relación inversamente proporcional entre la nube de expertos, manifiestos, reuniones, ferias, cargos políticos, anunciantes y penitentes y el mundo por el que dicen sentirse concernidos, representar y reivindicar.
Para resumirlo, sólo se me ocurre citar a la filósofa de cabecera del mundo de los Teleñecos, Miss Peggy: toda esta gente “Es muy chipi-chipi”.
No se puede más con menos.
Hola
Gracias Jesús. Agradezco especialmente tu comentario porque después de publicar este texto no puedo evitar sentirme incómodo porque pienso que el tono bronco pueda molestar y, sobre todo, porque para expresar mis sensaciones y opiniones me apoyo en las declaraciones de una persona, lo que puede llevar a pensar que «personalizo mi crítica», no es mi intención.
Salud
Emilio
Genial, sobre todo el listado de conceptos viejos/palabras nuevas. No se puede ningunear a Julio Llamazares. Por favor
Un apunte sobre el dineral de la PAC que recibe el rural (el campo). Pongo un enlace, que espero que se pueda abrir, a un mapa elaborado por agrodigital sobre los municipios receptores de las ayudas del pago básico en 2017. Por si no se puede abrir, ya digo las conclusiones: primero, la región que se lleva la mayor parte de la PAC es Andalucía y segundo y más importante, los municipios que más fondos reciben son las capitales de provincias, que son donde viven o tienen las cuentas bancarias los agricultores(?). Madrid, Sevilla, Córdoba, Badajoz, Cádiz, Zaragoza, Albacete, Valencia….
https://www.agrodigital.com/wp-content/uploads/2018/06/pagobasico2-1.jpg
Gracias José Luis
Sobre la información de ayudas PAC yo trabajo en clase con los alumnos y con los amigos comento cuando sale el tema los datos de la página del FEGA que te permite ver el listado de perceptores por municipios y ordenados según prefieras. Es muy instructivo consultar esta página.
https://www.fega.gob.es/es/datos-abiertos/consulta-de-beneficiarios-pac/ir-a-formulario-de-consulta
El último ejercicio que hicimos fue a raíz del artículo de opinión titulado «El campo agoniza» para ver las ayudas que percibieron el año 2021 las cinco empresas en las que tiene interés su autor Cayetano Martínez de Irujo.
Salud
Emilio