La alcaldesa imparable de un pequeño pueblo de Guadalajara
A la entrada de Peñalén (Guadalajara), 70 vecinos censados, 40 viven en el pueblo en invierno, en una escultura de sabina colocada el año pasado, reza el siguiente mensaje: “Vuelo libre porque no soy de nadie”. Lo que deja muy claro las intenciones de Esther Rubio, alcaldesa de esta localidad desde las últimas elecciones municipales.
Esta mujer discreta y resolutiva me confiesa en privado que su único interés por la alcaldía es el de dar un empujón a su pueblo. Y vaya que si lo ha conseguido. En el escaso tiempo de su mandato se ha construido un albergue con calefacción y agua caliente para practicantes de deportes de riesgo; se han restaurado en parte unas minas de caolín al aire libre que vertían al río Tajo aguas blancas convirtiéndolo en un río lechoso; ha apoyado hasta la extenuación unos nuevos estatutos y una Escritura de la Finca de las Propiedades, es decir el monte y terrenos que pertenecen a los vecinos, que de no hacerlo lo hubieran pasado al Estado.
En plena pandemia se ha movido para que unos cuantos jóvenes fijaran su residencia en el pueblo al conseguirles trabajo; ha conseguido también que se monten a las afueras del pueblo unos aparatos para que los mayores hagan ejercicio físico; y está impulsando de manera machacona con la Mancomunidad de municipios Alto Tajo la Agenda Urbana 2030, para lo que cuenta con un buen número de jóvenes peñalenos y de los pueblos de alrededor en el grupo Rumbo Rural.
Los proyectos
Pero la lucha de Esther Rubio por mejorar Peñalén no se queda aquí. Los proyectos más inmediatos pasan por la ampliación del cementerio; gestión del albergue de alta montaña; arreglo urgente de diversas calles; adecuación como vivienda de la antigua casa de teléfonos, museo de la minería dependiente del Geoparque e impermeabilizar la techumbre de los depósitos de la descalcificadora del agua potable. Y a medio plazo: remodelar el interior del ayuntamiento; transformación energética municipal con instalación de células fotovoltaicas; materializar la concentración parcelaria y culminar el ambicioso plan del aprovechamiento forestal de la Mancomunidad, que tanto Esther como el técnico Mariano Rojo, natural de Peñalén, están trabajando codo con codo.
Entrevista. Esther Rubio, alcaldesa de Peñalén
“Lo más importante es colaborar para que la escasa población juvenil opte por encontrar su oportunidad laboral y su residencia en Peñalén”
El Diario Rural (EDR): ¿Cómo lleva lo de alcaldesa, resulta duro?
Esther Rubio (ER): Pues sinceramente, más que duro, intenso, podría decir, dado que hay muchas cosas por hacer y tienes la sensación de no llegar a todo lo que realmente nos gustaría, además, el resultado tarda en llegar, debido en gran parte a la enredosa burocracia administrativa, contando con la compatibilidad de vida familiar, laboral, etcétera.
EDR: ¿De qué logros está más satisfecha?
E.R.: Más que de lo logrado, tanto yo como el equipo municipal, estamos satisfechos de lo que estamos sembrando, aunque es muy pronto para ver resultados. Considero que la actuación municipal, tanto ante la gran nevada del pasado invierno, como ante la pandemia que padecemos, fue rápida y eficaz. Aunque lo más importante, es estar colaborando en que la escasa población juvenil del pueblo, opte por encontrar su oportunidad laboral y su residencia en Peñalén, entre otras cosas.
EDR: Como presidenta de la Mancomunidad de Municipios del Alto Tajo, ¿se ha encontrado con mucho machismo?
E.R.: Realmente, no.
EDR: ¿Y la burocracia de la Administración?
E.R.: Personalmente ha sido un descubrimiento sorprendente y en algunos casos ilógico. Entiendo que para evitar abusos y desmanes está la Ley de Transparencia, pero pongo un ejemplo de lo que más me ha costado entender y es que para comprar una simple bombilla hay que seguir cuatro pasos (con sus consiguientes cuatro documentos y cuatro firmas): Aprobación del gasto; Disposición del gasto; Reconocimiento de la obligación y Ordenación del pago. Siempre electrónicamente y rezando para que haya Internet en ese momento.
Este ejemplo referido a la administración municipal. Por el contrario, las gestiones a nivel Diputación o Administración regional son más fluidas; hay un contacto más directo vía whatsapp, correo electrónico o con una simple llamada.
EDR: ¿Tiene complejo de pedigüeña?
E.R.: No, entendiendo pedigüeña como persona que no conoce límite a la hora de pedir. He solicitado lo que he considerado urgente, aunque queda mucho por demandar. En Peñalén hemos estado muchos años olvidados por todas las Administraciones.
EDR: ¿El cariño a su pueblo le quita el sueño?
E.R.: Más que el cariño, diría la responsabilidad, así como las ganas de seguir hacia adelante.
EDR: ¿Compensa la vara de mando?
E.R.: ¡¡Como sabes no tengo vara de mando!! En este momento carezco de criterio para valorarlo. Como te he comentado, ahora se está sembrando, en dos años te podré ser más explícita y ver si ha compensado o no.
Esther Rubio es amiga mía y es verdad que no tiene vara de mando, porque cuando fue elegida alcaldesa y entró por primera vez al ayuntamiento había desaparecido. Esta inquieta y perseverante alcaldesa no quería nada de publicidad y me ha costado mucho que saliera en estas páginas. Pero yo me he empeñado por anunciar su incansable trabajo de forma totalmente altruista por Peñalén, para que pueda servir de ejemplo a muchos alcaldes de que no es tiempo de dormirse en los laureles y que si se quiere trabajar por el pueblo sí se consiguen cosas… A pesar de la burocracia o ‘burrocracia’, según se quiera llamar.
Esther Rubio es una gran persona y una muy buena alcaldesa, como lo fue también siendo el alma de Asociación Cultural del Alto Tajo y la revista “La Encomienda de Peñalén”. Es tenaz, trabajadora, entusiasta y a la vez muy discreta, y tiene mucha razón su comentario de que lo más importante para Peñalén y otros pueblos del Alto Tajo y de la España vaciada es de que los jóvenes encuentren una oportunidad laboral y residan en el pueblo. El bien inestimable de vivir y observar la naturaleza y su flora y fauna, etc al alcance directamente de nuestros sentidos es un tesoro que solo se puede apreciar y disfrutar viviendo en un pueblo, y actualmente puede compatibilizarse con el teletrabajo. Ójala tenga éxito Esther y todos quienes están luchando por defender, reivindicar y potenciar el mundo rural, y pueda hacerse realidad la potenciación de la Formación Profesional Rural y de las escuelas de la misma, no solo para el mundo del campo sino también situadas en el mismo mundo rural.
Pablo Sanfeliu y Tina Rubio