Manifestación de organizaciones del medio rural el pasado 23 de enero en Madrid. Foto: Joaquín Terán

Por qué los ecologistas deberían ir a la manifestación del 20M

Agricultores, cazadores, pastores, granjeros, hortelanos y gente de campo en general se manifestarán el domingo por su situación de colapso, por el desprecio a lo rural y por algunas medidas polémicas del Gobierno.
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Los ecologistas deberían ir porque comparten demasiadas cosas con los camperos y porque quizás va siendo hora de que unos y otros acerquen posturas y no se vean como enemigos irreconciliables.

He aquí algunos de los motivos:

  • Los agricultores, pastores de extensivo y cazadores andan mucho tiempo y kilómetros por el campo. De manera que son los mejores testigos de cómo están nuestros ecosistemas y biodiversidad.
  • Conocen numerosas especies de animales y su comportamiento en las diferentes épocas del año.
  • Los antes citados no suele ser gente dada a divulgar lo que ven, pero a nada que se les pregunte es fácil adivinar que son muy buenos en la interpretación de la naturaleza.
  • Cada día nacen más estudios sobre la fauna cinegética de Fundaciones como Artemisan, Federación Española de Caza y organismos oficiales. El lema del trabajo del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), dependiente del CSIC, dice algo así: “desde la perspectiva científica profundizamos en el conocimiento de las especies de interés cinegético y en la conservación de la biodiversidad”.

    Ninguno de estos análisis a favor de la caza sostenible deberían ser despreciados por asociaciones ecologistas. Ahora, por ejemplo, están realizando un estudio sobre la importancia de la caza en la población de los buitres.
  • La ganadería extensiva limpia los bosques, previene los incendios y encima abona el terreno. Y si el lobo les mata el ganado habrá que eliminar a esos cánidos arregostados con las cabras, vacas, ovejas y potros.
  • La prohibición de la caza del lobo en toda España es un error tan grande como un piano de cola. No ya por la forma que se ha hecho, sin apenas consultar a los ganaderos, sino porque aparecerán más furtivos bien pagados por señores de posibles que quieren exhibir en sus salones un buen trofeo lobuno. O incluso serán ellos mismos los que tiren de gatillo con rifles equipados con silenciador. Y no es verdad que sea una especie en peligro de extinción, pues su población crece año tras año. Y, aunque despacio, se va expandiendo hacia Aragón, Madrid y Guadalajara.
  • Los cazadores son precisamente los más interesados en controlar el furtivismo.
  • Los cazadores son los mejores expertos en eliminar si se les pide las especies invasoras como el visón americano, mapache, cotorra argentina, malvasía americana… que están diezmando nuestra fauna autóctona, o hibridándose.
  • El hombre por naturaleza es el principal depredador terrestre y si él mismo no se hubiera impuesto leyes con la caza, no quedaría a estas alturas ninguna especie sobre el planeta.
  • Los agricultores son fundamentales para alimentarnos a nosotros y a los animales que también nos sirven de sustento. Con la guerra de Ucrania parece que algunos empiezan a darse cuenta de su importancia en la cadena alimentaria.
  • Los agricultores, a pesar suyo, dan de comer a numerosa fauna salvaje que en ocasiones arruina sus cosechas cerealistas, oleaginosas y frutícolas.
  • Los cazadores tenían razón con su petición de cazar en los parques nacionales por la sobreabundancia de especies. O lo que es lo mismo, controlar las poblaciones. Ahora existen graves problemas con el de Cabañeros en Castilla-La Mancha y Monfragüe, Extremadura. En este último se exterminan ciervos y jabalíes en jaulas y cercones, con mucho mayor sufrimiento para los animales.
  • Gracias a las sendas, veredas y senderos que las personas de campo han ido haciendo desde antaño, los ecologistas practicantes de la bici por terrenos difíciles pueden hacer ejercicio en plena naturaleza. Y apenas son criticados por las roderas que dejan en los caminos cuando el terreno viene blando.
  • Todos sin excepción deberíamos preguntar a la ministra Belarra de dónde ha sacado los datos de que en España se abandonan 300.000 mascotas al año. Y también por qué no se ha consultado a más expertos implicados, antes de enviar a las Cortes el proyecto de Ley de Bienestar Animal.
  • Todos sin distinción tenemos el compromiso de poner en su sitio a la todopoderosa ministra Ribera por hacer más caso a alguna asociación ecologista que a los perjudicados por los ataques del lobo.
  • Todos a Madrid el 20M desde las puertas del Ministerio de Agricultura.

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