La importancia de analizar la pobreza en el medio rural
Hace 2 días, el 12 de junio, se presentó el VIII Informe de la Fundación FOESSA – Cáritas sobre Exclusión y Desarrollo Social en España. En palabras de Guillermo Fernández, coordinador de la investigación, “un relato del momento de incertidumbre en el que nos encontramos y una mirada a nuestra cohesión social para analizar cómo vivimos y reaccionamos ante la gran recesión, cómo estamos enfocando la salida y cuáles son las consecuencias de la crisis en la poscrisis”.
El informe de la Fundación FOESSA vuelve a ponernos delante de la realidad: El 18,4% de la población española (8,5 millones de personas) está en exclusión social. Son 1,2 de millones más que antes de la crisis. Esto significa que, desde el anterior informe elaborado en el año 2013, hemos mejorado dos puntos, pero estamos todavía dos puntos por encima del dato al inicio de la crisis en 2007.
Hemos analizado el informe buscando información sobre cómo se distribuye la exclusión y la pobreza en el territorio, es decir, básicamente por tamaño de municipio y Comunidad Autónoma. Quería analizar si las características de la exclusión en el medio rural son diferentes a las que se perpetúan en las ciudades intermedias o en las grandes ciudades.
El informe FOESSA no habla de la pobreza en el medio rural
Lamentablemente no he encontrado ninguna información, y cuando digo ninguna, digo ninguna. Las únicas referencias al medio rural se circunscriben a los conflictos sociales de percepción relacionados entre la población urbana y rural o entre neorrurales y vecinos tradicionales o entre ecologistas y otros sectores del medio rural. El caso es que no es la primera vez que me sucede en un informe de estas características. El mismo problema encontré cuando analicé el informe elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza para España de 2018.[1]
Esta ausencia llama la atención cuando, además, los últimos informes de EUROSTAT[2], indicaban que la pobreza rural en España alcanzaba al 34,8% de la población, esto es, 8,5 y 4,4 puntos porcentuales por encima de la población urbana y de la que reside en ciudades de tamaño intermedio, respectivamente.
Una tasa de pobreza en el ámbito rural que supera en casi 10 puntos porcentuales a la media europea, situada en el 25,3 por 100, aunque muy alejada de las zonas rurales de países como Bulgaria o Rumanía, donde es superior al 50 por 100. Estos datos solo los que se reflejaron en el Informe del Consejo Económico y Social del año 2018 “El Medio rural y su vertebración social y territorial”. Además, y tan solo hace tres días el Defensor del Pueblo publicaba un suplemento a su informe anual de 2018 dedicado al reto demográfico y en el que hace especial énfasis en la desigualdad que sufre el medio rural, inaceptable en el contexto en que vivimos.
No podemos obviar la exclusión social en el medio rural
Comprendo la metodología de análisis planteada en el informe, pero la exclusión territorial que vive una parte importante del territorio de nuestro país es real, y las condiciones y características de la exclusión en el medio rural son diferentes a la que existen en las ciudades y detectar estas diferencias es importante para enfrentar las causas.
Estoy pensando en una población envejecida, con pensiones por debajo de la media, con escasos servicios de atención a la dependencia. Esto pensando en una población inmigrante que trabaja por cuenta ajena en un sector agrario con niveles de precariedad altísimos. También de jornaleros y jornaleras con rentas familiares que se componen de una pluralidad de ingresos todos ellos escasos e inseguros. O también pienso en la baja tasa de actividad económica que existe en el mundo rural que dificulta todavía más la inserción laboral.
Un vacío lamentable
Reconociendo y valorando el extraordinario trabajo de investigación social y sociología aplicada que desarrolla la Fundación FOESSA desde su creación, no puedo sino lamentar este vacío en su informe que nos priva de una fuente de análisis esencial para todas las personas que buscamos referencias serias a la hora de plantear alternativas que se correspondan con la realidad.
Por ello, y antes de escribir este artículo, pregunté al coordinador del informe. Me confirma que los aspectos territoriales se desarrollarán en los próximos 18 informes concretos de cada Comunidad Autónoma y que serán publicados en los próximos meses. El primero, el 2 de julio, referido a Aragón. El 3 de julio, Castilla-La Mancha, y así sucesivamente. Una excelente información que sin duda será de utilidad a las personas que buscamos incidir con nuestro trabajo en el futuro del medio rural.
[1] El estado de la pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España. 2008 – 2017. EAPN. 2018
[2] Eurostat, Income and Living Conditions Survey, 2015.
Fernando Fernández ha sido coautor de dos informes elaborados por FOESSA. “Las condiciones de vida de la población pobre desde la perspectiva territorial. Fundación FOESSA – Cáritas Española 2001. Equipo EDIS y Alguacil J. Fernandez, F. Camacho, J. Renes, V. Trobada, E. y Las zonas rurales en España. Un diagnóstico desde la perspectiva de las desigualdades territoriales y los cambios económicos. Fundación FOESSA – Cáritas Española. 2004. Pereira D, Fernandez, F. Ocón, B y Márquez O.