Los urbanitas prefieren los alimentos de proximidad

Un estudio pionero de Mercamadrid confirma que el 85% de la población adquiere alimentos de pueblos cercanos porque ayudan a promover la economía local; son más frescos y sostenibles.
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Todas las tendencias y percepciones de mercado apuntaban en la misma dirección: las y los consumidores están cada vez más preocupados por sus hábitos alimentarios, tanto por motivos de salud como de sostenibilidad y calidad. Y ya hay estudios concretos que lo confirman, como el divulgado hoy por Mercamadrid, pionero en sus objetivos y resultados, en el que se demuestra que 8 de cada 10 consumidores y consumidoras incluyen alimentos de proximidad en su cesta de la compra.

El estudio sobre alimentos de proximidad ha sido realizado por el Observatorio de Tendencias de Mercamadrid, con el objetivo de conocer en profundidad la percepción sobre estos productos. Conocer cuáles son los motivos que impulsan su compra, cómo se identifican estos productos, cuáles son los establecimientos de compra preferidos, las diferencias que pueda haber en cada categoría (carnes, frutas y hortalizas, …) o cuál es el margen de crecimiento de consumo y los retos a abordar para lograrlo, son algunos de los apartados que han sido analizados y estudiados en este informe, según Mercamadrid.

A la hora de analizar los motivos que hay detrás de la decisión de compra de un alimento de proximidad en la Comunidad de Madrid, el 85% de los encuestados valora que ayudan a promover la economía local; el 79%, considera que son más frescos; y, el 70% pone en valor que son más sostenibles, pues la huella de carbono es menor.

Estos datos demuestran, según el Observatorio de Tendencias de Mercamadrid, que las y los consumidores están cada vez más informados y concienciados, teniendo en cuenta también que “nadie dice que dejará de comprar o comprará menos”.

El Observatorio de Tendencias de Mercamadrid afirma también que “la información, señalización e identificación de los alimentos de proximidad resulta clave”, porque entre los frenos a la adquisición de estos productos, el estudio destaca “la dificultad para tener la certeza de si se trata de un producto de proximidad, siendo el etiquetado, cartelería y pegatinas los elementos empleados para confirmarlo por el 65%. De hecho, de los no compradores de estos productos, el 49% no compra porque no sabe reconocer si un producto es de proximidad o no”.

Asimismo, entre los no compradores actuales de alimentos de proximidad, cerca del 90% se muestra dispuesto a comprar, estando, por tanto, “ante una oportunidad clara para impulsar los alimentos de proximidad, incidiendo en su identificación y señalización, poniendo el foco en su trazabilidad”, según concluye el estudio.

Pero ¿Qué son realmente productos de proximidad?

El termino proximidad parece evidente, se trataría en esencia de alimentos producidos en pueblos próximos a las grandes ciudades que son grandes centros de consumo. Pero se puede afinar un poco más la definición.

Un producto de proximidad, según Mercamadrid, responde a las siguientes condiciones básicas:

  • Que la distancia entre el punto de producción y comercialización no supere 100 kilómetros.
  • Que sean productos de temporada, con garantía de calidad y una relación calidad/precio equilibrada.
  • Que sean variedades autóctonas que requieren menor esfuerzo de conservación, pues se reducen notablemente los tiempos desde que se recolectan hasta su venta.
  • Que favorezcan las economías locales y dinamicen la economía circular.

Se trata, en definitiva, de una fórmula eficaz para reducir la huella de carbono, derivada de la menor distancia a recorrer para su transporte, poner en valor y dinamizar el sector agroalimentario de las variedades de hortalizas y frutas más tradicionales de nuestra cultura alimentaria y favorecer la economía circular y social en las zonas rurales, minimizando el impacto medioambiental.

Foto destacada: Agricultores recogiendo acelgas en una explotación de Fuenlabrada, a 30 kilómetros de Madrid. Autor: Joaquín Terán.

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