Miles de personas claman por la Autovía del Duero con una marcha lenta

500 vehículos han recorrido cientos de kilómetros en una caravana por la Autovía del Duero que avanzó lentamente: “al mismo ritmo que las obras”.
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Excavadoras de juguete que van a ser enviadas al Ministerio de Fomento para exigir el fin de las obras de la Autovía del Duero.

Cerca de medio millar de vehículos peregrinaron ayer desde Soria y Peñafiel hasta Aranda de Duero formando una gran caravana que se movía de forma lenta, exactamente “al mismo ritmo que las obras” de la A11, la Autovía del Duero, que comenzaron en los 80, según los organizadores de la protesta.

Las plataformas Soria ¡YA!, A 11 Pasos y de las Infraestructuras por Aranda de Duero han denunciado los «insignificantes avances que se producen cada año en la Autovía del Duero». Aseguran “estar hartos de escuchar la retahíla de excusas de los distintos gobiernos” sobre una infraestructura trascendental para el futuro de todos los castellanoleoneses, corredor estratégico entre Portugal, la mitad norte de España y Francia.

Llegan con retraso a su propia protesta

La llegada a la Plaza Mayor de Aranda de Duero se produjo con algo de retraso sobre la hora prevista debido a la alta participación ciudadana. Los participantes de Peñafiel y los anfitriones arandinos recibían a sus compañeros sorianos al grito de “Llegan tarde porque no hay autovía”.

Han recordado que son “más de 500.000 los ciudadanos que vivimos en los pueblos y ciudades que atraviesan el recorrido de la N122”, carretera que ahora suple lo que será la Autovía del Duero. Esto supone más del 21% de los habitantes de Castilla y León. Aun así y habiendo sido declarada de interés estratégico por la Junta de Castilla y León en 1993, y siendo un eje vertebrador entre el este y el oeste de la Península Ibérica «seguimos sin percibir avances sustanciales en su ejecución”.

Las plataformas convocantes han agradecido la participación de las más de 2.000 personas que se agolparon en la Plaza Mayor de Aranda y han anunciado el envío de unas retroexcavadoras de juguete al Ministerio de Fomento para que los gobernantes “se avergüencen de esta situación y tomen medidas”.

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