Es posible prevenir incendios forestales comiendo carne

Hasta 3 kilos de rastrojos y hierba seca es lo que puede limpiar una oveja en un día pastando por el monte.
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Ovejas pastando, en Palencia. Foto: EDR.

El despoblamiento y la extinción de los oficios tradicionales, han llevado a los montes en España a una situación de abandono. Una de las principales preocupaciones que plantea este escenario es la generalización de biomasa vegetal lista para arder cuando llega el verano.

La interprofesional del ovino, Interovic, ha defendido hoy el consumo de carne de oveja y cabra como un «medio para actuar en defensa del patrimonio natural».

“Con el sencillo gesto de incluir carnes de lechal, cordero y cabrito en su lista de la compra, los consumidores están contribuyendo a perpetuar nuestra ganadería tradicional, esa que sigue sacando a los rebaños a trasegar”, han explicado en un comunicado.

Mover a las cabras y ovejas para proporcionarles su alimento representa, en la actualidad, una forma eficaz y sostenible de mantener limpios los montes y las cañadas. Una cabra adulta ingiere entre 1,5 y 2,5 kg diarios de materia vegetal seca (350 a 1500 gramos de hojas y brotes de matorrales). Las ovejas adultas, en pastoreo, pueden consumir de 2 a 3 kg de materia seca diaria (matorral y especies leñosas).

El abandono de los oficios rurales y el descenso de las explotaciones ganaderas incrementan las posibilidades de que un gran incendio se produzca, al disponer el fuego de una capa de combustible lista para arder a nivel del suelo. Un coadyuvante que la ganadería tradicional se encarga de eliminar.

Los beneficios medioambientales a los que se contribuye apostando por estas carnes en nuestra alimentación van más allá del aprovechamiento de los recursos vegetales. Las cabras y las ovejas son unas polinizadoras naturales. El movimiento de sus rebaños, guiadas por nuestros pastores, fomenta la biodiversidad por la dispersión de las semillas, que se quedan enredadas en la lana o que se dispersan a través de las heces.

“Las carnes de lechal, cordero y cabrito tienen todo lo necesario, a nivel nutricional y organoléptico, para ser un habitual de nuestras cestas de la compra”, han explicado desde Interovic. «A la hora de apostar por estas carnes, los ciudadanos pueden disfrutar con la tranquilidad de estar contribuyendo al futuro de nuestro medio ambiente y de nuestro tejido rural», defienden.

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