Una senda en Paniza (Zaragoza). Foto: EDR.

Consejos para salir al campo (I)

Si nos deja el coronavirus, pronto volveremos a salir al campo. Conviene hacerlo siguiendo estos consejos.
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Moverse por el monte o por el bosque requiere de un aprendizaje que se adquiere con la experiencia y con largas caminatas para disfrutar y respetar la naturaleza. Ahí van algunos pareceres:

  • Procura vestir ropa en tonos verdes, ocres y marrones que mimetice con el ambiente y no de colores chillones pluma de papagayo.
  • Intenta utilizar el coche lo menos posible y trata de andar o pedalear en bicicleta.
  • Si utilizas el coche por pistas forestales, circula muy despacio para hacer menos ruido y poco polvo porque perjudica a caminantes , ciclistas, fauna y flora cercana.
  • Si encuentras una pequeña parcela de hierba no la utilices para aparcar el automóvil porque puede estar mojada y hacer roderas al salir.
  • Cuando camines y vayas en grupo habla en tono bajo o normal y no grites En algunas ocasiones parece que en el monte se esté celebrando un “botellón”.
  • Si vas a caminar por lugares en los que no hay fuentes de agua potable, lleva una cantimplora y deja el tinto de verano para otra ocasión. El esfuerzo físico está reñido con el alcohol.
  • Si por el recorrido hay manantiales de agua potable, equípate con un tarro de aluminio y olvídate de la clásica botellita de plástico.
  • Si tropiezas con un reptil, ave o mamífero y quieres acercarte para verlo mejor, hazlo despacio y tranquilo. De esta manera, no se asustará. Y debes tener cuidado pues si es una serpiente pequeña, con la cabeza triangular y las pupilas alargadas en vertical, se trata de una víbora, su mordedura es muy dolorosa y hay que acudir con urgencia a un hospital.
  • Si llevas un perro procura que no se aleje mucho de ti, pues puede perturbar a muchos animales. En los Parques Nacionales está prohibido llevarlo suelto. No obstante, lo mejor es que al principio lo dejes suelto para que se desfogue durante 15 minutos y luego lo manejes atado.
  • Si por un casual tienes que dormir en un refugio, y si haces fuego porque hace frío, busca leña y procura coger ramones secos de la parte baja de los árboles. De esta forma, limpias el bosque y aprovechas una leña que arde mejor que la verde, que no debes cortar.
  • A pesar de que sea un refugio cerrado, nunca dejes la lumbre encendida cuando te vayas. Cualquier chispa sale por la chimenea y propaga un incendio.
  • Equípate de un bastón. Siempre viene bien para apoyarte, en especial si vas a caminar por terrenos resbaladizos de piedra suelta.
  • Si te cruzas con otros caminantes procura saludar y, sobre todo, compartir y cruzar opiniones sobre las rutas. Te puede servir y mucho para programar la caminata.
  • Cuando salgas a la montaña tienes que saber que en altitud siempre hay menos oxígeno que en los sitios bajos y el esfuerzo para caminar es mucho mayor, en especial si no estás acostumbrado.
  • Si cuando caminas comienza a nevar fuerte, lo mejor es desandar lo andado. Con nieve de más de 15 centímetros de espesor, caminar se hace muy pesado y hay que tener buena forma física para avanzar.
  • Si puedes, busca siempre un amigo o conocido que sea más o menos experto en salir al campo. En el bosque es muy fácil perderse y hay muchas zonas en las que no hay cobertura para el móvil y no se puede pedir auxilio.
  • Si te despistas, no te pongas nervioso. Intenta orientarte utilizando los árboles. La cara norte de los arboles está más húmeda e incluso alguna tiene musgo. De esta manera, al menos, sabrás qué dirección tomar, según los puntos cardinales.
  • En verano y si eres propenso a los picotazos de los mosquitos, equípate con un buen protector, de no hacerlo tu salida al campo se puede convertir en un suplicio. Tienes que saber que la última hora de la tarde es la preferida de los mosquitos, que se lanzan en picado a tu carne.
  • Lleva también en tu equipo un potente protector solar. El sol de la montaña quema mucho más que el de la playa.
  • No se te olvide llevar una linterna. En cualquier caminata se puede calcular mal la distancia y echarse la noche encima.
  • Lo más indicado para la lluvia es llevar un chubasquero ligero. En el caso de que te sorprenda una tormenta y utilices un paraguas con la punta metálica, coloca en ésta una pieza de fruta si llevas. Así evitarás los rayos.
  • Si sientes curiosidad por los pájaros, lleva siempre unos prismáticos y una guía de aves. En el mercado las hay muy buenas y no son especialmente caras.
  • Ármate de paciencia con las aves. Con el tiempo iras conociéndolas. Más tarde, sabrás distinguirlas por su canto. Y serás todo un especialista cuando descubras un nido y sepas por el color y tamaño de los huevos de qué pájaro se trata.
  • Si cuando andas por el monte y un pájaro o dos te siguen de cerca emitiendo sonidos de alarma muy insistentes, aléjate lo antes posible porque lo más seguro es que tengan las crías cerca.
  • En ocasiones las crías se emancipan antes de la cuenta del nido, apenas pueden volar, y los padres las han de cebar durante dos o tres meses.
  • Algunos mamíferos como el ciervo, corzo, cabra montés, jabalí, ardilla o zorro no son difíciles de ver. En cambio, la garduña, gato montés, comadreja o lirón careto, entre otros, son mucho más esquivas. Además, los últimos son de costumbres nocturnas.
  • Si entrada la noche escuchas un “uhuhuhuh” potente y profundo, no lo dudes, se trata de una cárabo, ave nocturna relativamente frecuente en bosques de media montaña y dehesas. La primera vez que se oye asusta al más templado; la enésima vez te relaja.
  • Si te encuentras con algún agricultor que esté quitando piedras de un sembrado, te agradecerá que le ayudes. De paso, aprenderás lo dura que es esta tarea.
  • Seguro que este agricultor te ilustrará, entre piedra y piedra, de cosas del campo y te comentará que el montón de piedras que habéis sacado de la labor se llama majano y no se puede tocar. Está protegido porque allí crían los reptiles , conejos y algunas aves.
  • Si por un casual llevas merienda, no utilices detergente químico para fregar los cacharros. Con la arenilla de un arrollo y unas hierbas quedan como una patena.
  • Por muy bonita y rara que sea una flor, ni la cortes ni la arranques. Disfruta de ella porque está cumpliendo su función en la naturaleza.

Foto: Una senda en Paniza (Zaragoza). Autor: EDR.

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